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martes, 6 de agosto de 2019

CIUDAD REAL DE ANTAÑO Y HOGAÑO (II)


Calle Lentejuela en los años cuarenta del pasado siglo

(BARRIO DE LA MORERIA)

D. Julián Alonso, que también fue catedrático de nuestro Instituto que aún siendo de la rama de Ciencias era muy docto en Letras, siempre que venía de Cádiz a pasar el verano en Ciudad Real, le gustaba venir por las tardes a sentarse debajo de los olivos del jardín. Yo, cada tarde le esperaba, pues nunca se olvidaba de traerme alguna golosina y además porque me contaba historias muy bonitas de nuestra ciudad, una de ellas “El barrio de los moros o de la morería”.

El barrio de los moros según don Julián, fue el más pobre, pues estos no contaban más que con el mísero jornal que a diario ganaban con el sudor de su frente. Este barrio, presentaba el aspecto de una pequeña población árabe. Sus calles eran estrechas y lóbregas, y sus casas de un solo piso y grandes patios, las ventanas del exterior eran desiguales y claveteadas y en las puertas de entrada tenían siempre las clásicas aldabas.

La Mezquita, estaba situada en la calle del Alamillo Alto, y a su espalda cerca del minarete estaba la casa del Muezín encargado que era de anunciar a voces las horas de oración desde la torre de la Mezquita. En el año 1431 fue Ali-Hasuf-Lamtunie el que desempeñaba este cargo.

Es posible que cerca de la Mezquita estuviera instalada la Madrisa o escuela, pero no hay datos ciertos de su situación exacta.

En la calle de la Lentejuela vivió Aben Mahahí, era el moro más rico del barrio, este fue de una familia poderosa toledana y con los Hagtif y Bedmen, ejercían toda influencia sobre los demás moros mudéjares de la ciudad.

Los moros dieron gran impulso a la agricultura, hicieron bonitas huertas y construyeron acequias.

Todos los años muchos moros solían trasladar su domicilio al campo al aproximarse la vendimia, siendo su lugar favorito Villa-Diego y Poblete y festejaban la pascua de Asir.

Las moras tenían ojos negros, y generalmente eran de poca estatura, y en los días de fiesta les gustaba bailar la jota al son de las guitarras. Por cierto que la jota la compuso el moro Aben-Jot, era como un himno patriótico, que también quedó en Aragón, recibiendo el nombre de Jota Aragonesa.

En la calle del Alamillo Alto estaba la casa del Muezín

Nos quedaron también de los moros algunas diversiones públicas, como las del carnaval. Hace muchos años se celebraba esta diversión en la calle de Morería, después se extendió por la Plaza de la Constitución, calle de Alarcos hasta llegar al Parque de Gasset, donde hacían desfiles de carrozas muy bonitas.

La primera barriada de la morería comprendía todo el ámbito desde la Puerta de Santa María a la Puerta de Alarcos, e interiormente cerrado por las calles de Postas y Morería. La denominación general del barrio y la de algunas calles como la Lentejuela, Alamillo, Jara, de sabor conocidamente árabe, la estructura, lobreguez y configuración de otras que no han tenido reforma, el aspecto mezquino de sus viviendas, todo demuestra su origen moruno de los últimos tiempos en que allí vivieron los expulsados de Granada.

Dije la primera barriada, porque es indudable que los moros de Ciudad Real tuvieron un considerable aumento con los de las Alpujarras, enviados aquí en 1570, según carta de Felipe II al corregidor de la ciudad, que con otras dos, una del mismo año y otra de 1571, las tres referentes al mismo asunto, figuran en el Inventario de Escrituras y Privilegios del Archivo Municipal, llegaron tantos que cuarenta años después de esta fecha, al decretar Felipe III la expulsión definitiva de los moros de España, salían de Ciudad Real unos cinco mil moriscos.

Se supone que se extendieron por otros barrios de la ciudad, fijo no se sabe, pero no es aventurado suponer, estudiando con detenimiento aquellos sitios, que se amplió la morería por todo el cuartel situado a la derecha entrando por la Puerta de Alarcos, corriendo por los yermos espacios de la llamada Cabe, calle del Tinte, Pozo Dulce y otras callejuelas sin nombre comprendidas entre la calle de Ciruela (hoy Alfonso X el Sabio) y el lienzo de muralla de Suroeste y también por las calles Noroeste, prolongación unas de las que desembocan en la de Morería, como las de la Zarza y Real, paralelas a ella otras como la de los Reyes y calle de los Infantes.

Maruja Zorita, Domingo 13 de agosto de 1967, número extraordinario de Feria y Fiestas de Ciudad Real

Una antigua y desaparecida vivienda de la calle Morería 

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