El patio de
exposiciones del Obispado, en la calle Caballeros 5, acoge desde el pasado
lunes día 9 y hasta el próximo viernes día 20, la exposición “Mantos de Camarín
de la Virgen del Prado”, organizada por la Corte de Honor de nuestra Patrona, dentro
de los actos que están celebrando en el centenario de su fundación.
La exposición
muestra en primer lugar el manto mas moderno con el que cuenta la Virgen, de
color verde con brocado valenciano en oro y multitud de tipos de flores en
sedas de colores. La saya y el traje del Niño Jesús es de raso color crema
bordado en oro y sedas de colores a juego con el dibujo floral del brocado. Las
puntillas son de concha de hojilla de oro en diferentes trenzados en su encaje.
Como dato
curioso decir que este terno recupera las típicas mangas de pico, que la Virgen
lucia hasta los años sesenta del pasado siglo XX, cuyo origen son los trajes de
las damas de la corte española en el siglo XVIII. Recupera también los puños de
encaje de bolillos. Fue un regalo de un grupo de devotos de la Virgen en julio
de 2021, luciéndolo por primera vez la Virgen con motivo de la Pandorga de ese
año.
El siguiente manto
es de seda color rosa, con aplicaciones bordadas en oro, rematado con puntilla
dorada, fue estrenado el Domingo de Gaudete del año 2015. Fue donado por la
Junta Directiva de la Corte de Honor y confeccionado por Gracia Hondarza y
Dioni Sánchez.
Sin duda el
manto de más valor que podemos ver en la exposición, es el manto llamado de los
“Mac-Crohon”. No fue en principio un manto de camarín, sino un manto de
procesión. Fue regalado en 1917 por D. Manuel y D. Luis Mac-Crohon y
Acedo-Rico, y fue bordado sobre raso blanco en oro por las Religiosas
Adoratrices de Madrid. Este manto junto al que donaron los Condes de la Cañada
en 1923, fueron los únicos que se salvaron de la Guerra Civil Española. El
manto fue cortado en los años ochenta del pasado siglo XX para ser utilizado
como manto de camarín, siendo restaurado en 1998.
La Virgen del
Prado lució por primera vez este manto ya restaurado, con motivo de la Novena
de mes de mayo de 2017, en el año que se conmemoró el cincuenta aniversario de su
coronación pontificia.
La Virgen del
Prado posee dos mantos de camarín de color morado. El primero que podemos ver
en la exposición, fue confeccionado en 1993 por las Esclavas del Santísimo
Sacramento de Jaén, llevando los bordados de las antiguas bambalinas del paso
de la Virgen, realizadas por las Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo
Sacramento y de la Caridad de nuestra ciudad en 1954.
A continuación,
se puede ver el más antiguo de tisú, que lleva aplicaciones doradas. Fue
regalado en 1969 por Dª. Mariana Alonso Rodríguez, hermana del que fuera
Cronista oficial de nuestra ciudad D. Julián Alonso, tal y como manifiesta el
Canónigo D. Aurelio Gómez-Rico en un artículo publicado en el diario Lanza el
21 de mayo de 1988.
Le sigue a estos
mantos morados, uno de color azul en brocado de seda, con dibujos en color bronce, rematado con
puntilla del mismo color, donado en el año 2020 por la familia López-Francia
Nuño, y confeccionado por las hermanas de la Corte de Honor, Dioni Sánchez y Mª del
Carmen Urda.
Este manto y
saya fueron realizados por las Esclavas del Santísimo Sacramento de Jaén,
siendo posteriormente reformado por las hermanas de la Corte de Honor, Gracia
Hondarza y Dioni Sánchez.
El segundo
manto mas antiguo que podemos ver en la exposición, lo encontramos a continuación
del manto verde, y es de color amarillo regalado en 1940 por la viuda del
pintor ciudadrealeño, D. Carlos Vázquez Úbeda, Dª. Matilde Garriga Coronas. Fue
el primer manto con el que contó la imagen de la Virgen tras la Guerra Civil
Española.
Junto al manto
de color amarillo, podemos ver un manto blanco adamascado con dibujo en oro y
puntilla dorada. Fue regalado por Dª. Concepción Barreda Treviño, viuda
Dionisio Guijarro y Gallego, y fue confeccionado por las Esclavas del Santísimo
Sacramento de Jaén.
Junto a este
último manto, podemos ver un manto rojo donado en el año 2005 por Dª. Julia
Sánchez Heredia, celadora de la Corte de Honor de la Virgen del Prado.
Confeccionado por las Madres Carmelitas de Ciudad Real, el manto es adamascado
oro sobre rojo, con saya de terciopelo.
Pasando la
puerta del archivo diocesano, nos encontramos una vitrina con una toca de la
Virgen, un pañuelo y unos calcetines del Niño Jesús, exponiéndose el vestido que
viste el Niño Jesús cuando la Virgen del Prado luce el
manto de procesión regalado por los Condes de la Cañada, y que fue realizado en 1946 por el
taller de bordado de las Religiosas Adoratrices de Ciudad Real.
Junto a la vitrina
podemos ver un manto de color rojo adamascado con relieves, regalado en 1940
por el hermano de la Ilustre Hermandad Ángel Morales Antequera. Fue arreglado en
el año 2018 por la miembro de la Junta Directiva de la Corte de Honor,
Pilar Carranza, que le cambio el forro y le puso puntilla nueva.
La Virgen del
Prado posee un manto de raso azul bordado en oro, que procede de un manto
pequeño que fue realizado en 1940 en Barcelona por D. Carlos Vázquez, a la
imagen de la Virgen que fuera tallada por el escultor Vicente Navarro. Este
manto tal y como lo describe Carlos Vázquez en la correspondencia cruzada entre
él y los miembros de la entonces Junta Directiva, Miguel Espadas y Manuel
Sabariegos y que se conserva en los archivos de la Ilustre Hermandad, era de
brocatel de seda y oro azul bordado con rosas en oro y saya blanca bordada en
oro con alegorías de la pasión.
Al ser
sustituida la imagen en 1950 por la actual, este manto le quedo pequeño a la
nueva imagen de la Virgen, siendo pasado los bordados a tisú por las Madres
Adoratrices de nuestra capital.
Por último,
podemos ver un manto confeccionado en raso blanco con rosas bordadas en oro.
Este manto procede de uno antiguo que le quedó pequeño a la actual imagen de la
Virgen del Prado. Fue pasado primero a terciopelo por las Religiosas
Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad de nuestra
ciudad, en los años cincuenta del pasado siglo XX, pasándose en los años
noventa también del pasado siglo por las Esclavas del Santísimo
Sacramento de Jaén a raso.
Junto a los
mantos de camarín, también se exponen los vestidos del Niño Jesús de los
diferentes mantos, y algunas tocas que posee la Virgen. Se complementa la exposición con una fotografía de la talla de la Virgen sin vestir, y diferentes reproducciones
de cuadros, vidrieras, retablos cerámicos y litografías de la patrona de Ciudad
Real desde el siglo XVII hasta nuestros días.
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