El sacerdote escolapio Enrique Iniesta
Coullaut-Valera, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la
Complutense, maestro, profesor del Colegio de los Escolapios granadino y
vicepresidente del Centro de Estudios Históricos de Andalucía, considerado el
gran investigador y biógrafo de Blas Infante; fue pregonero de la Semana Santa
de Ciudad Real en el año 2003, y es el único pregonero de nuestra celebración
pasional que cuenta con un monumento dedicado a su memoria.
Nacido en Madrid en 1930, pronto marchó
a Andalucía, de donde era toda su sangre. Su familia provenía de Marchena, era
nieto del escultor sevillano Lorenzo Coullaut Valera —autor de las estatuas de
Osio y del Corazón de Jesús en Córdoba— y sobrino del escritor egabrense Juan
Valera. Llegó a Granada en 1958, como profesor de Historia y Cultura Andaluza,
y se entrega a la ciudad, donde residirá en dos etapas, con el intermedio de la
parroquia del Carmen de Sevilla. En Granada fue pregonero de la Semana Santa de
1997, recordando aún los cofrades su descriptiva frase «¡Los santos a la
calle!».
Junto a la religiosidad popular cultivó
la pastoral juvenil, siendo director de Ediciones Juveniles de PPC, y la
presencia en los medios de comunicación. Publicó artículos en ABC, Razón y Fe,
Revista Calasancia, El País, El Correo de Andalucía, Ideal y Tierras del Sur,
entre otros. También destacó en el mundo de las publicaciones de libros: en
Sevilla fundó la librería El Toro Suelto, especializada en libros de temática
andaluza, y de Iniesta son muchas voces de la Gran Enciclopedia de Andalucía.
El sacerdocio, la enseñanza y Andalucía
fueron sus grandes amores y en 1977 comenzó a consagrarse a la investigación de
la figura de Blas Infante, Padre de la Patria Andaluza. Ha publicado su vida en
tres volúmenes, el último, aparecido en 2007 y editado por Almuzara, lleva por
título «Blas Infante. Los últimos años». Paralelamente se dedicó a reunir el
mayor archivo documental y de objetos referidos a Blas Infante que existe y lo
expuso y abrió al público e investigadores en su colegio de Granada.
Como los sacerdotes que viven en la frontera
de lo civil y lo eclesiástico, Enrique Iniesta fue más reconocido en el ámbito
primero que por la jerarquía eclesiástica. Diploma de la Ciudad de Granada,
Hijo Predilecto de la Provincia de Sevilla, Premio Almenara a los Valores
Andaluces, fueron sus premios. Fallecido en el año 2010, se levantó un busto en
su memoria en el año 2013, junto al colegio y parroquia de los escolapios en
Granada.
En Ciudad Real fue pregonero de la
Semana Santa 2003, destacando en su pregón las palabras que dedicó al paso de
misterio del Resucitado, como gran conocedor y crítico de obras de arte. Sirva
hoy este pequeño reconocimiento a Enrique Iniesta, sacerdote que conocí y traté
como gran cofrade que fue, siendo el único pregonero de la Semana Santa de
Ciudad Real que cuenta con un busto dedicado a su memoria.
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