Nuestra
Señora de las Cruces, Patrona de Daimiel
Daimiel es una ciudad ubicada en la zona
central del norte de la provincia de Ciudad Real, perteneciente a la comarca
del Campo de Calatrava, a unos 33 kilometros de la capital, que profesa una
gran devoción a una de las devociones marianas más antiguas de la provincia,
Nuestra Señora de las Cruces.
La
Virgen de las Cruces sin su saya y manto es una talla de alabastro
La devoción de los daimeleños a la
Virgen de las Cruces se remonta al año 1400 (siglos XIV-XV), cuando según la
leyenda se apareció aun mozo muy joven, vecino de Moral de Calatrava, que iba
camino de un molino harinero a moler trigo mandado por su padre. Al pasar por
el lugar donde se encuentra el Santuario, la mula que llevaba tropezó y cayó al
suelo, rompiéndose las vasijas donde llevaba depositado el trigo y el agua para
beber.
La
Virgen siempre que es trasladada a Daimiel reside en la Parroquia de Santa
María
Tal fue su angustia que pidió ayuda a la
Virgen María, la cual se apareció, consolando a la criatura; obro un milagro,
que fue el de molerle el trigo y cargárselo en unas nuevas vasijas. La Virgen
solo le pidió al mozo que fuese al pueblo más cercano a pedir la construcción
en ese lugar de un templo en su honor.
El
1 de septiembre es el día de la Virgen en Daimiel, es festivo y hay Función
religiosa por la mañana y procesión por la tarde
Para ello, el mozo se acercó a Torralba,
pero viendo que no le hacían caso se desplazó a Daimiel, pueblo que creyó al
muchacho y cumplió con el deseo de la Virgen María, construyendo una ermita a
unos 12 Kilómetros de Daimiel, cuyos terrenos pertenecen al termino Municipal
de Torralba de Calatrava.
El paso
de la Virgen para poder salir del templo tiene que subir una inclinada rampa
La antigua talla de la Virgen según el
historiador Antonio Blázquez era de mármol del siglo XIV y fue destruida en 1936, salvándose las
cabezas de la Virgen y el Niño, por lo que fue reconstruida después de la
Guerra Civil Española en alabastro por el escultor valenciano Lázaro Guimiel.
El paso
de orfebrería es de la Casa Meneses de Madrid
La Sagrada Talla de Nuestra Señora de
las Cruces sin vestiduras representa a una figura femenina de joven aspecto que
está de pie y que tiene al Niño sobre su brazo izquierdo. Se encuentra vestida
con una túnica de anchos pliegues de color verde oscuro y con un ceñidor de
color oro viejo. El Niño, sentado sobre el brazo izquierdo de la Madre, está
desnudo aunque tiene un paño de pudor del mismo color que la túnica de su Madre,
teniendo su mano izquierda extendida y la mano derecha acariciando la barbilla
de la Virgen. Le cuelga desde los hombros de la Virgen una capa de un color
verde-dorado. Tales prendas no dejan ver los pies de la Imagen.
La
Virgen es recibida con alfombras de serrín a su salida
Pero realmente la Sagrada Imagen de la
Virgen de las Cruces no la observamos así ya que va cubierta de unos preciosos
vestidos. Desde el siglo XVII, con motivo de la moda barroca, se reviste
adoptando su forma tradicional. La imagen de la Virgen fue coronada
canónicamente el 13 de septiembre de 1987 en la plaza de España, por el
entonces Obispo-Prior, D. Rafael Torija de la Fuente.
En
la procesión participan todas las cofradías y asociaciones religiosas de la
ciudad
La imagen de la Virgen es trasladada
desde su santuario todos los años a Daimiel, para la Feria y Fiestas, que se
celebraron por primera vez en 1887 por haber librado a Daimiel (mediante su
traslado para celebrar solemnes rogativas) de una gran epidemia de cólera
producida en 1.885, convirtiéndose, así, en Patrona de Daimiel. También se
acordó que la fecha, para la celebración de las Feria y Fiestas, fuese
trasladada entre el 1 y 5 de septiembre, ya que hasta entonces las ferias de Daimiel
se celebraban el 15 de mayo en honor a San Isidro Labrador.
El 1 de septiembre es fiesta local en
Daimiel, celebrando la Hermandad de la Virgen, que tiene sus orígenes en el
siglo XVI, una Solemne Función por la mañana en la Parroquia de Santa María,
lugar donde recibe culto la imagen siempre que es trasladada a la ciudad desde
su santuario. Por la tarde-noche se celebra la procesión con la imagen, en la
que participan una representación de todas las cofradías y hermandades de la
localidad. En algunas calles y delante de la parroquia se realizan alfombras de
serrín.
Delante
de la Virgen de las Cruces, imagen a la que rezaron y veneraron mis antepasados
Bonito reportaje Emilio..enhorabuena
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